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Reconstrucción de cajas de engranajes para la próxima generación que explorará el espacio

El vehículo terrestre móvil más grande del mundo necesitaba modernizarse. El transportador de orugas de la NASA en el Centro Espacial Kennedy era una máquina con 60 años de antigüedad, diseñada originalmente por Marion Power Shovel. Comenzando con los ensamblajes de rodillos inferiores en 2013, L&H fabricó e instaló más de 1,300 piezas para poder aumentar la carga del gigantesco transportador de naves. También era necesario reconstruir 16 cajas de engranajes del transportador.

Era necesario desarmar, limpiar, inspeccionar, reparar, reemplazar componentes y rodamientos nuevos y luego volver a armar cada cajas de engranajes, formada por 3 ensamblajes. El proyecto consumiría tiempo y sería repetitivo, pero la calidad era sumamente importante y todo tendría que verificarse dos y tres veces en cuanto a exactitud.

calidad y exactitud continuas

En un plazo de ocho meses, L&H comenzó a recibir unas cuantas cajas de engranajes a la vez, reconstruyó los ensamblajes y los envió de regreso al Centro Espacial Kennedy. Además, cuando las cajas de engranajes terminadas llegaban al centro espacial, una segunda cuadrilla de técnicos de calidad y servicio en terreno de L&H medía los tamaños de los orificios y verificaba las temperaturas en múltiples ocasiones, para obtener mediciones tangibles de los componentes.

Las reconstrucciones de las cajas de engranajes para la NASA fueron diferentes con respecto a otras industrias con las que trabaja L&H, porque “se requería una precisión y meticulosidad coherentes y continuas para todas las cajas de engranajes”, comentó Keegan Rogers, coordinador del proyecto de L&H. “El trabajo era repetitivo, pero se necesitaba que fuera preciso en cada ocasión”. Además del nivel de precisión y detalle del proyecto, el papeleo y el proceso de aprobación requeridos antes de comenzar cualquier trabajo también fue diferente a otras industrias con las que L&H había trabajado anteriormente. Greg Tana, un mecánico en nuestra planta de Gillette, trabajó en el proyecto redactando informes de garantía de calidad después del desmontaje, para hacer recomendaciones sobre las reparaciones y los reemplazos de los ensamblajes. Trana opina que L&H ha adquirido nuevas capacidades y conocimientos valiosos con este proyecto. “Creo que, como compañía, hemos aprendido mucho. Documentar todos los aspectos del proyecto requiere mucho tiempo y trabajo, pero es muy beneficioso por si alguna vez se necesitara regresar y revisar alguna parte del proyecto”.

Crecimiento y diversificación

Con nuevas capacidades y conocimientos adquiridos y la oportunidad de trabajar en un nuevo sector, los ensamblajes de rodillos y las reconstrucciones de las cajas de engranajes de la NASA han mostrado a la industria lo que podemos hacer y también nos introdujo a un nuevo mercado. Rogers cree que el proyecto de la cajas de engranajes dice mucho acerca de L&H como compañía. “Estamos muy comprometidos con la calidad, no solo a nivel gerencial, sino incluso en la producción y compromiso con la calidad en absolutamente todo. Encarar un proyecto como este refleja nuestros deseos de encarar nuevos desafíos, sin importar lo intimidantes que puedan parecer al principio. En L&H podemos hacer prácticamente lo que sea, y siempre seguimos mejorando”.

Trabajo en equipo y éxito

Para noviembre de 2015, todas las cajas de engranajes estaban en el sitio y listas para las pruebas e inspecciones finales por parte de NASA y Vencore. En un correo electrónico final para Rogers, un ingeniero de la NASA dijo lo siguiente acerca de L&H y nuestro equipo: “Los datos indican que L&H realizó un trabajo destacado en cada una de las dieciséis cajas de engranajes logrando que las torsiones de rotación fueran sumamente uniformes. Este nivel de trabajo continuo en una muestra tan grande de trabajo repetitivo es excepcional. La combinación de R&R de las cajas de engranajes más la perforación en línea por parte de ustedes, junto con la instalación por parte de TOSC fue impecable. Ha sido un honor, y realmente un placer para mí trabajar con ustedes en estos últimos años”.

Los miembros de las cuadrillas de L&H piensan lo mismo acerca del trabajo con la NASA y Vencore. Según Trana: “No solo fue genial participar en un proyecto con la NASA; también fue magnífico trabajar con todas estas personas”. Rogers estuvo de acuerdo: “Fue un placer trabajar con la NASA y el personal de Vencore. Pero también fue un honor trabajar juntos en algo tan icónico como el transportador de naves espaciales”.

Tanto Trana como Rogers atribuyen el éxito del proyecto al trabajo en equipo y a la dedicación a la calidad en todos los talleres de mecanizado y mecánica, en ingeniería, coordinación y administración de L+H. “Para lograr un objetivo, hay que trabajar en equipo”, dijo Trana.